Castillo de Monesma

Las ruinas del Castillo de Monesma se encuentran sobre un cerro alargado desde el que se controla un inmenso y precioso territorio, a 1.230 metros de altitud, próximo a la aldea de Puyol y junto a la ermita de Santa Valdesca. Desde la localidad de Noguero sale una pista asfaltada que en poco menos de cinco kilómetros lleva hasta Puyol. Desde allí, un camino marcado y ascendente lleva a las ruinas tras unos diez minutos andando.

El rey Sancho el Mayor de Pamplona construyó esta fortificación para defender la Ribagorza de los ataques musulmanes. Aparece por primera vez documentado en 1060 cuando Suniario era su tenente. 

Poco queda de la grandiosidad de una construcción alargada y de considerables dimensiones.  Se puede comprobar este tamaño desde la ruina de su genuina torre de tres lados rectos y uno circular, de los que únicamente quedan unos tres metros de altura. Entre las ruinas se percibe parte del muro de protección y los restos del parte del ábside del templo castrense. A su lado se haya la ermita de Santa Valdesca, foco de romería de los vecinos.